Energías alternativas renovables ¿Un futuro para Canarias?
El estudio de los procedimientos de producción de energía, distintos de los convencionales, ha definido una tarea en la que se está realizando un gran esfuerzo a todos los niveles de investigación.
Para comprender el posible alcance de todas y cada una de las alternativas, han de tenerse en cuenta las etapas que, necesariamente, ha de seguir todo proceso de innovación tecnológica, y que se pueden resumir en los niveles: básico, de desarrollo y de aplicación. En ocasiones, el hallazgo de una idea o de un descubrimiento básico, crea una ilusión que el tiempo puede hacer desaparecer o amortiguar por la dificultad de vencer las barreras que suelen aparecer en las etapas de desarrollo y de aplicación. Así, por ejemplo, la energía de fusión nuclear se encuentra ante la barrera tecnológica de poder mantener en un recinto un sistema a temperaturas de millones de grados; la de fisión nuclear, ante muy fundamentadas barreras de aceptación social, y las denominadas “energías alternativas”, ante barreras de tipo económico en muchos casos. Todo ello constituye la razón de ser de la investigación en sus distintos aspectos, pero, ante una crisis de disponibilidad de energía en cantidades masivas, no parece existir otra solución que racionalizar el consumo, mejorar los métodos actuales de producción y desarrollar nuevos procedimientos de captación.
Por otra parte, es preciso tener en cuenta que el avance de la tecnología no se debe al esfuerzo personal de uno o de un reducido número de investigadores, ni tampoco es directamente proporcional a los medios materiales disponibles. La humanidad progresa por el esfuerzo simultáneo de muchas personas, y las innovaciones se producen cuando se ha alcanzado un cierto nivel de conocimiento y desarrollo en un tema determinado. Se acepta que, salvo raras excepciones de ideas muy adelantadas a su tiempo y que entonces sirvieron de mofa a la comunidad científica, cada descubrimiento producido se hubiera realizado con pequeñas diferencias de fechas,* aunque no hubiera existido cada uno de los “genios” que hoy recordamos. Todo ello pone de manifiesto que, quizá la tarea más noble e importante que se puede realizar, tanto en ciencia pura como en tecnología, es promover la participación de todos los que puedan colaborar de algún modo, siendo el mejor estímulo la «transmisión de información al nivel adecuado».
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Ese es el objetivo de esta obra, en la que es preciso destacar el tratamiento dado a un tema de enorme importancia actual, que será leído con curiosidad por quiénes están poco introducidos en el mundo dé la tecnología, pero que tiene también datos y contenidos importantes para quienes viven el ambiente tecnológico. Los autores han sabido encontrar ese modo de comunicación que debe permitir contactar con cada lector, poniendo así de manifiesto su doble cualidad de Químico-Técnicos y de Educadores, y confiamos en que la labor que realizan como integrantes del grupo de investigación del Departamento de Química Técnica de la Universidad de La Laguna, labor callada pero continua desde hace 20 años, junto a los frutos reconocidos entre especialistas, produzca en su entorno social la influencia positiva que debe ejercer por su magnífico equipamiento humano y material. En este sentido, debe ser destacado el estudio serio y aséptico sobre las posibilidades de aplicación al entorno canario de cada una de las alternativas.
Por último, quiero dejar constancia de mi satisfacción al comprobar el cuidado con el que se tratan en la obra una serie de conceptos sobre eficacia de procedimientos, rendimientos y valoración de operaciones que suelen manejarse de modo confuso, en ocasiones induciendo a error las estimaciones económicas de sistemas alternativos, pero que los autores aplican con una claridad poco común en otros textos.
Fuente: Grupo Blas Cabrera Felipe
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