La historia del Asno de Buridán
Independientemente de las peripecias que retrata la Biblia sobre Balan y su Asno, la historia del verdadero asno de Buridán es la etiqueta que se le da al animal que protagoniza un antiguo argumento de reducción al absurdo contra Jean Buridan (1300 – 1358), teólogo escolástico discípulo de Guillermo de Ockham, defensor del libre albedrío y de la posibilidad de ponderar toda decisión a través de la razón. Para satirizar su posición, algunos críticos imaginaron el caso absurdo de un asno que no sabe elegir entre dos montones de heno. Y aquí es donde comienza nuestra historia…
Había una vez un campesino que tenia un asno al que daba de comer todos los días. Durante mucho tiempo el campesino situaba al Asno entre dos pequeñas montañas de heno desiguales, precisamente porque no razonaba las cantidades que ponía de comer al Asno ni tampoco a que distancia lo colocaba. Y así sucedió siempre, y siempre funciono bien de manera que el Asno no tenia ningún problema para tomar su decisión y siempre comenzaba a comer la montaña de heno mas grande, dejando para lo ultimo la mas pequeña. Y hasta aquí todo es normal.
Pero un día las cosas cambiaron. Ocurrió algo inesperado y absolutamente sorprendente. Resulta que el campesino, por un golpe de fortuna logro colocar al Asno entre dos montañas de heno absolutamente iguales, esto es: de igual tamaño, de igual cantidad de heno, de igual color, olor, y sabor. Es decir, el Asno estaba a la misma distancia de una montaña que otra, y podía comenzar a comer por la que el quisiera pero para hacerlo debía tomar una decisión, solo una simple decisión; empezar a comer.
Entonces ante un panorama como este, al Asno se le planteo un complicado dilema. Si las dos montañas de heno eran exactamente iguales la cuestión a resolver era: ¿cual escoger, y por cual comenzar a comer? ¿Por la de la izquierda o por la de la derecha si las dos estaban a igual distancia?. ¿Que decisión tomar? Como el lector pensara, si las dos montañas de heno son exactamente iguales y el pobre Asno estaba en medio de las dos montañas de heno, se puede razonar lógicamente que le daría lo mismo que el Asno comenzara por una montaña de heno que por otra. Pero la realidad es que esto no es una decisión tan fácil tomar, porque el principal argumento que existe en contra de tomar esa decisión es precisamente «tomar la decisión correcta y no cualquier decisión»; cosa que en apariencia se presenta como un hecho imposible dado que las dos montañas de heno son exactamente iguales, y sin embargo aunque parezca imposible hay que tomar una decisión.
El caso es que el pobre Asno comenzó a entrar en un ciclo de razonamiento cada vez mas y mas complicado, por supuesto intentando averiguar cual de los dos montones de heno debía escoger primero, por lo que se paso un día, y otro día, y otro día, y así durante días mirando a un lado y a otro las dos montañas de heno para lograr encontrar alguna pequeña diferencia con la que sustentar su decisión y empezar a comer; pero ese no fue el caso, y el pobre Asno acabo muriendo de hambre.
Y aquí es donde comienza la moraleja del complicado asunto. El Asno de Buridán murió de hambre al ser incapaz de tomar una firme decisión sobre uno de los dos aspectos o circunstancias exactamente idénticas. Lo único de extraño que advirtió el campesino es que cada día que iba a colocar nueva comida al Asno, observaba que el pobre burro adelgazaba y no había tomado comida alguna; por lo que el no le cambiaba la comida y se ahorraba dinero. El campesino no dio importancia al asunto, y sin embargo al paso de los días el pobre burro fue incapaz de tomar una decisión correcta sobre cual monton de heno empezar a comer mientras adelgazaba hasta que al final de tan termino por morir de hambre.
Espero que esta historia sirva para aprender a arriesgarse y tomar una decisión, porque de eso puede depender vuestra vida. De tomar una simple decisión.
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